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Este artículo ilustra cómo los Abogados Litigantes de Texas han:
- Apelado a la conciencia del jurado en juicios penales
- Apelado a la conciencia del jurado en juicios civiles
- Promovido la anulación del jurado en un contexto de seguro
- Apelado a la unidad étnica y la animosidad racial en casos penales
La anulación del jurado se ha convertido en un tema de vanguardia en la ley. Aun así, la anulación del jurado no es nada nuevo. Muchos creen que la anulación del jurado permite que un grupo vote su conciencia colectiva, teniendo en cuenta la historia y las circunstancias sociales. De hecho, la anulación del jurado hace precisamente eso. Sin embargo, como ilustran los dos casos siguientes, los pros y los contras de la anulación del jurado dependen completamente del jurado y de la conciencia en que se basa la anulación. El ensayo en cada caso tuvo resultados muy diferentes.
En 1901 ocurrió un incidente en el cual el trabajador migratorio, Gregorio Cortez, disparó y mató al sheriff del condado de Karnes, un pequeño condado de Texas. Debido a las diferentes versiones del incidente, Gregorio Cortez se convirtió en un héroe popular entre los mexicoamericanos en el sur de Texas. Muchos mexicanos y mexicoamericanos eran muy conscientes de las tácticas opresivas y racistas utilizadas por las fuerzas del orden público en la Guerra de Texas y después de los EE. UU. Por otro lado, Cortez fue vilipendiado entre los círculos anglos, y muchos “ciudadanos influyentes” gastaron tiempo, dinero y recursos intentando arrestar a Cortez después de que matara al sheriff. El Tribunal de Apelaciones en lo Penal de Texas, encontró expresamente que el prejuicio existía a nivel de tribunal de primera instancia. Este prejuicio llevó a los miembros del jurado a desconocer inadmisiblemente las defensas de que el alguacil no tenía pruebas suficientes para una orden judicial y que el alguacil estaba usando fuerza letal ilegal cuando Cortez le disparó. El tribunal sostuvo además que existían prejuicios en el caso porque los miembros del jurado votaron por su conciencia y excluyeron las pruebas. En este caso, la indiferencia de los jurados sin duda calificó como anulación del jurado, como se define en el aviso, ya que el jurado no tuvo en cuenta las pruebas para promover su conciencia colectiva. Desafortunadamente, la justicia no fue servida por la anulación del jurado en este juicio, incluso según la Corte de Apelaciones Criminales de Texas.
Por otro lado, un caso casi un siglo después caracteriza lo que la Corte de Apelaciones de San Antonio calificó de impropia apelación a la unidad étnica entre un demandante y abogado de “apellido español” y un jurado de “apellido español”. En Guerrero, el demandante demandó a la agencia de seguros del estado por una lesión relacionada con el trabajo. En el juicio, el fiscal de Texas citó a Octavio Paz, un conocido escritor mexicano y dijo: “[Las] cosas que nos unen superan con creces las que nos dividen”. Continuó, “[un] ejemplo es la política. No tenemos que estar de acuerdo con todos los candidatos, con los mismos. Pero bueno, llega un momento en el que debemos unirnos como comunidad “. El jurado encontró que el demandante, pero la corte de apelaciones interpretó la apelación del abogado del juicio como una súplica” disfrazada “a la unidad étnica, que el tribunal retenido era inadmisible. Aparentemente, el tribunal identificó una especie de código secreto que existe entre las personas de “apellido español”, un “silbido de perro” interno en el léxico racial de hoy. No obstante, si la corte de apelaciones caracterizó correctamente el argumento del jurado, sugiere que este abogado defensor instó al jurado a pasar por alto la evidencia cuando comentó que “no tenemos que estar de acuerdo con todos los candidatos”. Además, el demandante sugirió que el jurado vota su conciencia étnica cuando sugirió que “permanezcan unidos”. Si el tribunal está en lo cierto, entonces la súplica del demandante es una para la anulación del jurado, como se define en el aviso.
Los casos, uno criminal y uno civil, ilustran resultados muy diferentes en los casos. Cortez sufrió un veredicto de culpabilidad basado principalmente en prejuicios raciales. Guerrero ganó su caso por daños y perjuicios, posiblemente basado en un llamado a los prejuicios étnicos. Ostensiblemente, los abogados litigantes de Texas apelaron a la conciencia del jurado en lugar de a la ley aplicable.
Ciertamente, las minorías étnicas han enfrentado generaciones de prejuicios, a veces prejuicios insuperables, en los tribunales. El 11 de marzo de 2016, un asistente del fiscal de distrito del condado de Wharton admitió ante un tribunal abierto que el fiscal del condado lo había alentado a que excluyera a los negros de los jurados criminales. Los desafíos históricos y contemporáneos que enfrentan las minorías étnicas y las mujeres crean la tentación de abogar por la anulación del jurado. Ostensiblemente, el abogado litigante de Guerrero sintió tal tentación, y cedió a esa tentación en beneficio de su cliente.
Sin embargo, Cortez ilustra la locura de defender una estrategia amplia de sugerir a los jurados en masa que voten por su conciencia, con exclusión de las pruebas y la ley. La debacle del condado de Wharton ilustra aún más la dificultad de esperar que la conciencia del jurado produzca resultados justos porque muchos jurados son seleccionados a mano para tener una conciencia que es adversa a los intereses minoritarios. Si los oponentes eligen sistemáticamente jurados para excluir a las minorías, parece tener poco sentido abogar ampliamente para que los jurados descarten el estado de derecho y voten solo su conciencia. En consecuencia, la cuestión de la anulación del jurado se convierte en los miembros del jurado que deben votar por su conciencia. Esta posición no es equívoca sobre la eficacia de la anulación del jurado, sino más bien una respuesta práctica para evaluar su eficacia.
Sin la capacidad de adivinar la conciencia de cada miembro del jurado y sin la capacidad de evitar el efecto perjudicial de excluir a los jurados minoritarios, parece particularmente contraproducente pedir a los jurados en masa que voten su conciencia con exclusión de las pruebas y el estado de derecho. Gregorio Cortez probablemente estaría de acuerdo. Llame al 713-979-2941 para abogados con experiencia en juicios de Texas.